La historia de New Balance Arch Support Co. comienza a principios del S.XX, concretamente en 1906, en Cambridge (Massachussetts) cuando William J Reilly, un inmigrante inglés de 33 años, decide acudir en ayuda de las personas que sufrían problemas de pies. Es entonces cuando crea unos arcos de soporte para el empeine así como los zapatos ortopédicos.
En 1934, el Sr. Reilly se asocia con, Arthur Hall, su mejor representante de arcos de soporte; muy rápido, se encuentran con el éxito gracias a los policías y otras personas cuya jornada laboral transcurría a pie. Unos años antes New Balance habían fabricado la primera zapatilla de clavos hecha a mano. Dicho modelo fue calzado por Dan McBride. Posteriormente, en los años 40 McBride compite con un par de zapatillas negras de piel de kanguro con suelas de crepé en la “Reddish Road Race” en Jamaica Plain (Miami).
En 1954, Arthur Hall vendió el negocio a su hija Eleanor y a su yerno Paul Kidd. Los arcos de soporte y calzado ortopédico continuaron siendo las principales fuentes de ingresos de la compañía hasta que en 1961 comenzaron a fabricar la “Trackster”, la primera zapatilla del mundo hecha con suela serrada y disponible en múltiples tallas. La “Trackster” pronto se convirtió en el calzado elegido por los entrenadores de universidad y profesores de fitness.
Durante los 60, la reputación de New Balance como fabricante de innovadoras zapatillas de alto rendimiento disponibles en múltiples anchos creció gracias al boca a boca y promociones de campo.
Jim Davis compró la empresa los Sres. Kidd en 1972, el mismo día en el que se celebraba el maratón de Boston y lo hizo con un firme propósito: incrementar las ventas, el calado en el mercado del zapato y la importancia de New Balance como compañía. Hay que tener presente que en esas fechas sólo eran 6 los operarios que creaban una media de 30 zapatillas diarias cada uno. Los puntos de ventas eran casi inexistentes en los EE.UU y las ventas se realizaban principalmente por pedidos mediante correo. Pocos años después la empresa sufrió un crecimiento brutal hasta el punto de poder competir con los gigantes del sector.
En esas fechas se produjeron dos hechos importantes en la historia de la marca: Tom Fleming en su camino hacia la victoria en el maratón de la ciudad de Nueva York de 1975 llevaba en sus pies las New Balance 320; En octubre de 1976 la prestigiosa revista Runner´s World otorga la primera posición de su ranking al modelo 320.
Fabricadas en Inglaterra
Las zapatillas New Balance han estado disponibles en el mercado Británico desde 1979 cuando eran distribuidas por “Fleetfoot”, una compañía dirigida por el medallista olímpico Chris Brasher. Una vez que la marca se estabilizó en el mercado del running, era hora de desarrollar la fabricación doméstica, algo clave dentro de la filosofía de New Balance. Así, la primera fábrica inglesa de New Balance se abrió en el noroeste de Inglaterra, concretamente en el pintoresco lugar de Lake District.
Situada en la costa de Workington (Cumbria), la plantilla inicial incluía a cuarenta personas. En 1991 la fábrica fue reubicada en unas nuevas instalaciones, más grandes y modernas, en ciudad cercana llamada Maryport.
La fabricación en Inglaterra es una auténtica historia de éxito que continúa creciendo a medida que la demanda se incrementa. Actualmente emplea a 220 personas, la producción es de 20.000 pares de zapatillas (aprox.) a la semana con una demanda creciente. La fábrica produce casi todos los modelos running de NB así como los clásicos, y ha introducido recientemente la tecnología para la fabricación de los populares modelos cross training. Y cada vez más modelos llevan la etiqueta de “Made In England” a medida que la capacidad de la fábrica se expande.
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